Plan de prevención penal (compliance officer)

Compliance

Con la introducción de la responsabilidad penal de las personas jurídicas tras la reforma del Código Penal en España, se exige un debido control por parte de los representantes legales de la empresa. En este sentido, el papel del compliance officer resulta indispensable para lograr el estricto cumplimiento requerido a las sociedades y para implementar los debidos sistemas de control de cumplimiento normativo y prevención del delito. Tales actuaciones evitarán que la empresa incurra en contingencias de tipo penal y sus administradores en serio riesgo de responsabilidad personal.

La reciente reforma del Código Penal, incluye atenuantes y exenciones en la responsabilidad de la persona jurídica, siempre y cuando se hubiera adoptado previa y eficazmente un modelo de prevención de delitos. En caso de delito penal, la exención de la empresa dependerá del cumplimiento de dicho modelo (compliance penal):

  • Si se acredita el total cumplimiento e idoneidad del modelo de prevención, la empresa quedará exenta de responsabilidad penal alguna.
  • En caso de acreditación parcial puede actuar como atenuante de la pena.

El papel del compliance officer resulta crucial para evitar cualquier condena o sanción administrativa, tanto más cuanto que el mínimo incidente puede poner en peligro la reputación de una empresa, cuestionar su actuación e incluso amenazar su existencia (multas graves, suspensión de actividad, etc.).

La función del compliance officer, sin embargo, no sólo se limita a reducir riesgos para evitar condenas la empresa. Debe igualmente garantizar la buena gestión de la actividad de la empresa en cumplimiento con las normas administrativas (fiscales, laborales…), profesionales, las normativas nacionales e internacionales y las prácticas empresariales establecidas, así como identificar y manejar los riesgos legales y de reputación, y asegurar la ética y respeto de los valores y normas de la empresa.

El compliance officer tiene en cuenta los objetivos de la empresa a la hora de adaptar el modelo de prevención. Debe disponer, además, de un profundo conocimiento del negocio para recomendar o no oportunidades cuyas implicaciones reglamentarias no supongan riesgos difícilmente manejables para la empresa.

Por último, el compliance officer está al día de los nuevos riesgos que puedan surgir, para adoptar las medidas correctivas oportunas: enmiendas de normativa y procedimientos y/o formación y perfeccionamiento del personal.